Les cuento que encontré un pequeño paraíso: un lugar donde
se reúne un grupo de mamis con sus bebés a platicar, compartir experiencias y a
verlos jugar mientras ellas se relajan un poco. Yo llegué de intrusa y de
casualidad pues los encuentros se dan en la misma casa donde voy al gine así
que me les pegué y dejé que león se cansara un poco entre amigos y juguetes.
Yo sólo observaba el cuadro con una cara de babosa que no
podía con ella, casi con la boca abierta. Me maravilla la interacción entre
tanto bebé, me gusta ver como se conocen, se reconocen y se entregan al juego,
como se prestan juguetes y como se los arrebatan, como las mamás están con un
ojo al gato y otro al garabato, platican pero no se pierden el momento en el
que el otro bebé ya le jaló el pelo al suyo o en el que uno más grande le
quiere quitar su chupón.
Este grupo era aún más fascinante pues se trataba de mamis
que están muy en la onda alternativa de crianza, que es la que a mi me gusta
más (por si no se han dado cuenta) y justo platicando comentó una que su nena
de 9 meses ya estaba utilizando la potty para ir al baño “Cuando despierta la
pongo en la potty y listo, ella ya sabe.”
Y mi cara de mensa empeoró, aunque solo asentí con la cabeza
en señal de admiración porque según yo ese proceso se daba casi hasta los dos
años si no es que más adelante. Ella dijo que era una corriente llamada Diapper Free, así que decidí investigar un poco más al respecto para
contarles de qué se trata y aquí mis hallazgos.
Contrario a lo que muchos podamos pensar, un bebé normal y
con buena salud es totalmente consciente de las funciones fisiológicas de
eliminación de su cuerpo y puede aprender a responder a ellas desde muy
pequeño. Y es que te has preguntado: ¿Cómo se enseñaba a los bebés a ir al baño
antes de que existieran los pañales que conocemos o cómo lo hacen en los países
donde simplemente no se usan?
El movimiento DiapperFreeBaby o Método sin pañal surge hace
casi diez años en Estados unidos dentro de una comunidad de grupos de apoyo
dedicados a promover un proceso de higiene natural infantil que consiste en
observar las reacciones de nuestro bebé para detectar las señales que indican
que quieren hacer sus necesidades , es un proceso por el que el bebé genera una
comunicación efectiva por la cual nos podemos ajustar a su ritmo natural y su
control innato de los esfínteres, todo a través de la asistencia amorosa de sus
padres y/o cuidadores.
Normalmente el objetivo es evitar el uso total o parcial de
pañales, lo cual aseguran tiene muchas ventajas desde las más obvias como las
económicas y ecológicas hasta las psicológicas que aseguran dar más seguridad a
los niños, aumentar su confianza hacia los padres y evitar el proceso
normalmente tortuoso que es la transición al wc, además de que también se le
dice adiós a las rozaduras e irritaciones tan comunes en la zona del pañal.
Para esto se requiere que los padres o los cuidadores del
bebé le dediquen el suficiente tiempo y atención para acostumbrarlo a las
palabras clave, fijar sitios y ambientes para hacer sus necesidades e
identificar sus intervalos y señales. Esta tarea suena casi imposible para los
padres que trabajan o dejan a sus bebés en guardería pues esta aún es una
práctica poco común en nuestro país.
Los defensores del método afirman que puedes utilizar un
proceso combinado en el que uses pañales sólo por la noche u otros momentos
clave del día y retirarlos gradualmente, en lo que sí hacen énfasis es que hay
que empezar desde los primeros meses de vida pues a los 6 o 9 meses ya es más
difícil que el bebé se acostumbre a dejar el pañal. También aseguran que los
padres que pasan mucho tiempo con sus bebés identifican con más facilidad su
ritmo de digestión y los momentos en que el bebé tiene necesidades, esto a
través de indicadores físicos como:
- Lloriquea
- Esta muy quieto
- Tiene la mirada invertida
- Tira una comisura de la boca abajo
- Busca tu mirada
- Puedes notar ruidos de digestión
- Se dobla
- Más tono muscular
En conclusión creo que este método no es apto para perfeccionistas
pues supone un juego de prueba/error ni para mamás poco pacientes pues puede llegar a ser un proceso largo, además de que lamentablemente casi nadie
tiene el tiempo para dedicarse de una manera tan intensiva a sus hijos,
sobretodo si hay más de uno en la casa. Quizás un método combinado permeado de
paciencia y mucho amor puede resultar en una comunicación mucho más fluida y
crear confianza entre tu bebé y tú.
Creo que lo mejor es sensibilizarte ante los procesos
naturales de tu bebé y saber hacer las cosas a su ritmo y a tu ritmo también,
pues al final son un equipo. Los pañales de tela que están tan de moda hoy
pueden ayudarte a probar un poco y si tu hijo ya es mayor y están cercanos a
iniciar el proceso de remover el pañal, infórmate, busca ayuda, evita que se
convierta en un proceso punitivo y desagradable, vive cada etapa con gozo y con
la mayor empatía hacia tus hijos recuerda lo pequeños que son y que dependen de
ti para poder aprender de la mejor manera que les sea posible.
Aquí el sitio de www.diaperfreebaby.org
por si quieren investigar un poco más.
ANIMO MAMIS! Cómo ha sido este proceso para ustedes?
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