Hay días en los que no tengo la menor idea qué hago, hay
otros en los que quiero tirar la toalla y el sentimiento se va media hora
después que respiro un poco y vuelvo a ver sonreír a mi bebé, hay días que
siento que nadie me ayuda o que los demás juzgan mi forma de educar a león, hay
veces que creo que no soy una buena mamá porque se cae o porque no deja de
llorar y muchas otras en las que no se cómo podría estar haciéndolo mejor
porque de verdad me esfuerzo mucho y pongo todo mi amor en esta maravillosa
pero sumamente compleja tarea que es ser madre; y cuando veo panzas pienso en
cuanto me encantaría tener otro bebé, pero pienso que apenas puedo con uno y
que dos me volverían absolutamente loca.
Pero después entro a foros de mamás y veo que no estoy sola,
que hay muchas otras mamis que se sienten exactamente como yo y eso me consuela
mucho. Y es que creo que a todas nos gustaría ser la madre perfecta, porque
nuestros retoños no merecen menos que eso! Pero el problema llega cuando me
pregunto qué es exactamente ser la madre perfecta? Será acaso hacer todo lo que
esté en mis manos para que mi hijo no conozca dolor alguno? , o hacer todo por
él a costo de su independencia , será darle todo a manos llenas o que nunca se
de cuenta que también yo puedo equivocarme?
En esta encrucijada me tope con un término muy interesante :
la madre “suficientemente buena” ,este concepto fue acuñado por Donald
Winnicott quien aseguraba que
aspirar a ser una madre “perfecta” puede tener, a largo plazo, un efecto
negativo. Esto pues la madre perfecta que aspira a suplir todas las necesidades
del niño, de cualquier edad y etapa de desarrollo, lo estimulará a ser dependiente y, por lo tanto, le
impedirá desarrollarse como individuo.
En
cambio, la madre “suficientemente buena” utiliza un enfoque más equilibrado de
crianza , estimula a sus hijos para que aprendan a enfrentarse a la vida
(cuando son suficientemente mayores) aflojando los vínculos con el niño y no
dando todas las respuestas; esta madre se adapta a las necesidades
de su bebé y, por lo tanto, sus respuestas son adecuadas (la mayor parte de las
veces) a sus reales requerimientos. Implica que puede fallar algunas veces sin
que esto dañe el desarrollo del bebé y que esos errores (que en psicología
llamamos “fallos”) incluso ayudan al niño a descubrir que hay un mundo más allá
de su mamá.
Winnicott
incluso lo llamaba: decidir “fracasar” para que el niño aprenda a triunfar por
sí mismo. No se trata de un fracaso como tal. Lo que quería decir era que al no
proporcionarle al niño todo lo que cree desear, le enseñamos tácticas sanas de
supervivencia así como la tolerancia a la frustración. Al no cumplir todos los
deseos del niño, le ayudamos a aprender a pensar sobre las cosas y preguntar.
Si, en cambio, mamá fuera “perfecta” y nunca se
retrasara, se equivocara, se distrajera o mirara hacia otro lado (al papá, a
los hermanos mayores, al trabajo o a una amiga), el bebé permanecería en un
vínculo simbiótico con ella porque al estar satisfechas sus necesidades no
surgiría el deseo, el aburrimiento, el interés, ni la necesidad de buscar otras
personas o relaciones.
Así que, mamis para ustedes
ser una madre “suficientemente buena” puede significar muchas cosas: dejarlo
brincar en los charcos , un postre o un poco de comida chatarra de vez en
cuando, un dia de flojera acostados viendo pelis, una noche con su abuela
mientras ustedes y sus esposos se van a una cita romántica o simplemente
recibir un poco de ayuda para hacer el quehacer de la casa.
El chiste es que al final
del día no se sientan desgastadas y tomen a tortura esto de ser madre, que lo
disfruten cada día y que le transmitan todo su amor imperfecto a sus hijos, que
puedan sonreir más y sufrir menos, Así ellos sentirán lo mucho que disfrutan su
tiempo a su lado en lugar de sentirse culpables por sus frustraciones.
Así que las invito a que
seamos unas mamis “suficientemente buenas”, así a medida que nuestros hijos
crezcan, descubrirán con alivio que esta madre “suficientemente buena” y no
perfecta, es más que feliz con su hijo “suficientemente bueno” ¡Que ella
tampoco lo necesita perfecto!
SIN PRESIONES MAMIS!
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